Vibraciones
Todo cuerpo tiene un nivel de vibración. No solo en hercios y frecuencias, sino también en experiencias. No es lo mismo vibrar de felicidad que de miedo o ira. Vibrar de alegría o de tristeza. Vibrar al volver a ver a la persona amada o a aquel que te hizo abrir la puerta a un mundo lleno de oscuridad.
Sí, todos vibramos de alguna manera.
Y tú, ¿cómo vibras?
Con la conversación de los árboles de los bosques, con el olor de los libros y con el poder de la palabra.