Poemsamientos 2021 (III)

1. Una cosa que a mí me gusta mucho es escribir rápidamente y sin ningún signo de puntuación quizá porque me gusta Joyce pero tampoco puedo asegurarlo también puede ser porque cuando escribo esto estoy escuchando música y lo que hago en realidad es seguir su ritmo y el doble bombo machacón y el riff que cabalga quizá solo quizá

2. Agota, pero entretiene.

3. Fija y da esplendor pero no siendo una mierda de persona como el de la RAE.

4. Cornucopia. Gran palabra.

5. Vellocino, tirando a lo pornográfico, me temo. Quizá no, quiza sí. Quizá tengas que leer un poco más.

6. El tocino del vellocino, relación si la hubiere.

7. No hay nada como desaguar la mente. Pero no lo hagas en la mente de otro. Y físicamente menos, guarro.

8. Las neuronas hacen sinapsis pero cada una tiene su ritmo. Pero qué ritmo tienen. Son millones, así que tenemos millones de ritmos en nuestro cuerpo. Y el corazón también late por su cuenta. Nuestro cuerpo es una rave.

9. Un nuevo lenguaje en el que nada pasase.

10. Que dice tu madre que la llames. Llama a tu madre.

11. Se acaba agosto y con él el año. Comienza otro nuevo, como cuando los cerezos están en flor y luego ya no.

12. Casuística. Bonito nombre de niña.

13. En realidad, no.

14. ¡Albricias, caballero, acaba usted de ganar algo! El qué es lo de menos. Ha ganado y punto. Aquí tiene su premio. Venga ese abrazo. Espere, que le beso. ¡Déme un hijo suyo, se lo imploro! ¡Hagan una estatua a este hombre!

15. Un sistema métrico decimal es decimal décima a décima. Décima a décima. Déeeecimaaaaa a déeeecima. Decimalmente demoníaco, decimalmente lento. Maquiavélico.

16. Que dice usted que no entiende nada. Pero hombre de dios ¡si usted no ha venido aquí a entender! Venga ese abrazo. ¿Le he dicho ya que le quiero?

17. Para picaduras en la espalda recomiendo roncharse contra un árbol con una buena corteza o en su defecto lanzarse de espaldas contra un montón de cuchillos bien afilados. La espalda deja de doler en seguida. Pero tiene efectos secundarios. Leer el prospecto.

18. Esa obra de arte no la comprende ni el que cogió el pincel. Mientras la ves, amasa fortuna y cuenta billetes desde su casa. Bueno, no, en realidad es tan pobre como tú, pero él al menos ha hecho que te pongas a ver algo suyo.

19. Esa mirada como de soslayo no te hace más inteligente sino más soberbio y, por ende, estúpidamente estúpido. Y ella lo sabe porque ha utilizado esa mirada tantas veces como tú.

20. Una red social.

21. ¿Has llamado ya a tu madre?

22. Catch.

23. Prurito como nombre de emperador romano. Prurito Apuleyo a.k.a el que se rasca. El Rascayú.

24. No eres mejor que nadie. Tápate un poco.

25. Piensa, respira, reflexiona. Y usa desodorante.

26. Tú, eh, sí, tú, lo de tu madre. Que se te olvida.

27. Número musical.

28. Borra todo lo que has escrito para aportar tu grano de arena en el avance de la civlización. Borrarte a ti mismo para que la humanidad sea mejor. Hazlo. Ya. No pierdas más tiempo. Esfúmate.

29. Hay pocas cosas puras en el mundo. Así que no te drogues que la espichas.

30. Jesús decidió trabajar.

31. Las hojas  se tornaban ya amarillentas cuando el rostro de ambos se fundía en uno. El verano acababa y con él las risas en la orilla del río, las miradas cómplices, los silencios que decían todo. Se miraban con cuidado, intentando que el otro no le viera. Se rozaban cuidadosamente, casi sin querer. Se buscaban poco a poco, reián cuando todos reían pero en realidad todo era un baile privado entre ellos. Hasta que en un momento inespecífico del tiempo se dieron la mano. Se miraron, se sonrieron, y caminaron la cuesta de camino a sus casas. Al llegar al cruce de caminos tuvieron que separarse, pero ninguno de los dos quería hacerlo. Sabían que esa sería la primera vez de las muchas veces que pasaría en el futuro. Al día siguiente, las mismas risas, los mismos juegos, las mismas complicidades. La mano junto a la mano, las primeras caricias, el primer beso. Todo tan nuevo, tan excitante, tan indescriptible. La sonrisa de oreja a oreja, la sensación de felicidad plena, de poder con todo, del bajar a la playa al día siguiente y multiplicar la alegría. Los chapuzones bajo el agua. Los besos bajo ella a ojos de nadie pero a la vista de todos. Las noches a la luz de una pequeña hoguera. El baño nocturno. Los mimos, las caricias, todo lo que conlleva la felicidad. La última semana, la sensación de que queda poco. Los estudios, Madrid. Los estudios, Barcelona. Tan lejos a los quince, tan lejos. La última noche, los besos a cara descubierta ante todos. La pena por saber que todo se acaba. El último día, la despedida. Las lágrimas, los adioses, los juramentos que no se cumplirán. El último roce de manos, la entrada en el coche. Las lágrimas, el correr detrás del coche. El seguir con la mirada, el giro del coche en la calle. El suspiro, el adiós. La vida.

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